Ya tengas un negocio en la red o en el mundo real, no puedes vivir sin clientes y cuando consigues uno, hay que cuidarlo para que vuelva. Porque conseguir un cliente cuesta mucho (tiempo, dinero e ilusión). Incluso los negocios of-line más tradicionales tienen , al menos, una presencia-comunicación digital mínima, sobretodo los que vende a público final (las empresas proveedoras de productos a para otras empresas son otro mundo y supongo que merecen más de un post).

¿Entonces, por qué cuesta tanto mantener esa relación? La mayoría de mis clientes dicen que no envía mails porque no quieren agobiar. Cuando les pregunto que creen que sus clientes quieren recibir de ellos o no lo saben o solo se les ocurre hacer descuentos.

Pues bien cuesta tanto cultivar la relación con el cliente pq hasta ahora, la publicidad, el marketing y las RRPP , a traves de las escuelas de negocio y gracias a los medios de comunicación de masas, nos han enseñado (a las empresas) a hablar de nosotros, solo de nosotros y siempre de nosotros.

Pero ahora tenemos el mail, que no solo es la versión barata de las cartas, también es la versión rápida, casi inmediata. Las plataformas de redes sociales y nuestras webs y blogs. Tres herramientas que nos permiten hablar al cliente, pero sobretodo escucharlo.

Si lo escuchamos bien, podemos conocerlo y si lo conocemos sabremos que quiere-necesita.

Y aquí viene el quid de la cuestión. Si tenemos las herramientas y no las ponemos al servicio de nuestro objetivo, no sirven de nada. ¿y cuál es tu objetivo? conocer a tu cliente, para hablarle directamente y responder a sus necesidades y expectativas con tu comunicación, pero SOBRETODO con tus servicio/producto.

Es importante tener una imagen de tu cliente ideal cuando empiezas o re-diseñas tu negocio. Crear esta imagen forma parte de componer tu estrategia de negocio y comunicación. Pero cuando ya estás en marcha, sea al principio o no, cuando ya tienes clientes reales, la comunicación-relación que estableces con los clientes es clave para ir haciendo tu empresa. No para hacerla al gusto del cliente, dejando a un lado tu sueño, para encontrar ese lugar común, , para hacer más posible ese momento en el que tú y tu cliente sois felices, porque ha comprado tu producto.

Cultivar no es agobiar

Cuando cuidas de tus plantas, las riegas, las colocas en el sitio idóneo de luz y temperatura, las observas todo el tiempo, para verlas evolucionar. Si de verdad te gustan tus plantas, de vez en cuando las riegas con fertilizante (bio o no, eso depende de estilos, como con las empresas, cada una tiene su estilo) Te aseguras de que no tengan plagas, a lo mejor hasta has puesto un producto preventivo. Todo para asegurarte que este perfecta. Bien, pues esto es cultivar.

Todo esto no agobia a la planta,  al contrario, estará verde, frondosa y florida (según la época del año, claro).

Lo mismo con los clientes. Si los cuidas, si cultivas la relación con ellos, si les das lo que necesitan ( información, formación, diversión, … lo que sea que buscaron en ti) no querrán dejar de recibir tus mails. Al contrario, seguramente te contarán qué otros problemas tienen o te darán más detalles , te contarán qué es lo que más les ha gustado de tu servicio/producto.

Y podrás decidir como seŕa tu próxima línes de negocio o con qué proveedor te conviene trabajar, o sacar de tu lista de contactos a los clientes tóxicos. En fin, que podrás tomar decisiones mejores sobre tu negocio.

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